El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Michelangelo le sacò la más bella escultura.
En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre. No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
Hola mi nombre es Esther y soy amiga de Carol Coma. Atraves del Facebook he podido enlazarme a tu blog que a la vez de sorprenderme me ha encatado, sobretodo lo primero que he visto que ha sido La Piedra. Era lo que necesitaba leer en este momento. Gracias por publicar este bonito Blog.
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